Hace tres años que dije "espero que llegue febrero"... Y febrero, a pesar de las amenazas de fin del mundo y demás, llegó. También llegó el año siguiente y al otro... Porque han pasado tres febreros desde la última vez que escribí aquí. Yo mismo me he sorprendido de que haya pasado tanto tiempo. Sinceramente, no es lo que hubiera querido, en cierta forma porque parece que haya tenido desatendida la "misión" que me hizo crear este rincón. Pero no es así. La llama sigue igual de viva, y ahora con más posibilidades que nunca de poder prender con más fuerza.
En tres años han pasado muchas cosas: he ganado un concurso literario que me hizo mucha ilusión, he colaborado con mis escritos en una revista y en un libro, he leído muchos libros (más de los que había leído en los últimos años), aunque tengo una montaña inmensa pendiente y he descubierto muchos recursos que iré contando por aquí en los próximos posts. He acabado la carrera que ha sido la gran culpable de que tuviera que abandonar la escritura de esta novela (y con buena nota, cosa que necesitaba para demostrarme que era capaz de hacerlo). También he estado trabajando fuera de mi ciudad y actualmente estoy de vuelta, teniendo las tardes para dedicarme (espero) a este proyecto. En otro orden de cosas, han pasado algunos acontecimientos en mi vida que han significado un borrón. El más notable, que mi abuela, la otra persona a la que quería dedicar mi novela, nos dejó en verano del 2011.
¿Y qué ha pasado con la novela durante todo este tiempo? Pues, aunque en sí no ha crecido, sí lo ha hecho todo su argumento. De la trama primeriza con la que empecé a escribirla (casi sin tener definido el final) he pasado a una trama con más elementos de aventura, con un malo malísimo y su legión de seguidores. Tengo un esquema bastante claro de lo que quiero contar, un armazón que falta pulir pero que me parece muy sólido y atractivo. Y tengo muchas ganas de empezar de nuevo.
Pero mientras, me he decidido a retomar el ritmo de escritura de nuevo participando en algún concurso de relatos que espero que con un poco de suerte me devuelva la confianza en mí mismo y en mi escritura (cosa que en estos momentos necesito como el beber). Para ello, me he decidido a participar entre otros, en el premio Acronos II. Tengo mucha ilusión puesta en esta participación y una historia que, aunque no es la típica historia Steampunk que supongo que todo el mundo presentará (llena de trastos retro-evolucionados y mucho vapor), sí espero que sea bien entendida y le parezca al jurado merecedora de aparecer en el libro que recogerá a los ganadores. Me hizo mucha ilusión pasear no hace mucho por una librería y encontrarme con el primer volumen de este premio, e imaginarme en las páginas de la segunda parte es uno de los motivos por los que me he animado a participar. Actualmente tengo el relato en un primer borrador y me falta reescribirlo y pulirlo. Un pequeño-largo camino, pero que espero que me lleve a buen puerto.
No son días especialmente felices para mí, pero quería acabar dejando una canción que tiene un mensaje al que intento atarme en momentos como este. Espero que a vosotros también os sirva. Nos leemos pronto.
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