domingo, 26 de septiembre de 2010

Las reglas del juego

Hay ciertas notas y datos inconexos que afectan tanto al funcionamiento que tendrá este blog como a mi novela o a mí mismo que quería dejar claros estos primeros días y que me parece importante remarcar. Algunas de estas notas son ciertas cuestiones que en estos momentos tengo muy claras y que pretendo que no cambien a lo largo de esta travesía que estamos iniciando juntos:

  • No voy a dar datos sobre mi identidad en este blog. Quiero permanecer en el anonimato, en la medida de lo posible, para evitar a todas las personas que me conocen en la vida real (incluyendo amigos, familiares, novia y demás). Creo que es uno de los componentes imprescindibles para conseguir que este proyecto siga adelante. Quiero ampliar horizontes, y saber que llevo ese lastre anterior creo que me puede perjudicar y limitaría mi libertad. Espero que mis futuras meteduras de pata jugando con varias cuentas no me hagan tirar la toalla definitivamente. Hoy ya he tenido la primera... : (
  • No voy a dar datos evidentes sobre la novela, ni voy a publicar extractos de ella. Como comprenderéis, mi propósito es escribirla y con mucha suerte, publicarla algún día. El hecho de dejar, por ejemplo, el título sería poner unas luces de neón enormes a personas que conocen algún dato sobre ella para atraerlas hacia aquí. Aunque este punto (al menos en lo que a extractos se refiere) no lo tengo muy claro por el momento, ya que a veces para resolver una duda será necesario hacerlo... : /
  • Actualmente trabajo por las mañanas (aunque esta situación muy probablemente acabe a finales de enero del próximo año) y estudio a través de una universidad a distancia la Ingeniería Informática por las tardes y fines de semana, con lo que dispongo de poco tiempo. Aun así, confío en que un mejor aprovechamiento de mi tiempo me permita mantener este nuevo blog y avanzar con mi novela.
  • De mi anterior comentario, podréis deducir que tampoco tengo demasiado tiempo para leer. Sé que es un gran error y un problema que debo solucionar poco a poco. Pero lo cierto es que mi ritmo de lectura es bastante pésimo...
  • Siempre he sentido pasión por mi novela. NUNCA (a pesar de los parones) he dejado de pensar en ella. Es lo que mantiene mis esperanzas por seguir adelante con ella y verla completada algún día.
  • Soy muy lento escribiendo. Tres capítulos en 6 años os darán un concepto bastante cercano de lo que quiero decir. Pero echadle la culpa a mi lado autocorrectivo y a que la vida me trata mal... : )
  • Este blog ha nacido no sólo para registrar el cuaderno de viaje de esta travesía (tortuosa), sino para servir de base ofreciendo consejos, recursos, textos y opiniones sobre el proceso literario y la escritura. Es por ello que está abierto a la participación de todo aquel a quien le interese este mundo y, cómo no, para todo aquel que tenga un proyecto de este calado entre manos. Los mecanismos de participación por el momento son los propios comentarios del blog, el mail (escribiendoalgogrande@gmail.com) y el twitter (www.twitter.com/escribiendoag). Gran parte de la gracia de este proyecto serán vuestras aportaciones, así que espero ansiosamente que compartais vuestras experiencias y que extraigamos conclusiones de nuestras vivencias literarias conjuntamente.

Haciendo trampas...

Quizás lo que todos estaríais esperando es que la creación de este blog hubiera coincidido con los inicios de la escritura de mi novela. Pero debo deciros que he hecho un poco de trampa, porque en realidad mi novela empezó a escribirse en el 2004 y tiene escritos sus tres primeros capítulos. Como veréis no es un ritmo de escritura demasiado acelerado que digamos, sino todo lo contrario. Pero todo tiene una explicación...

A finales del 2004, concretamente en mes de septiembre-octubre, llegó a mi conocimiento el movimiento del NaNoWriMo (National Novel Writing Month). La verdad es que me pareció una iniciativa muy original y un reto inquietante el conseguir completar una novela de un mínimo de 50.000 palabras durante el mes de noviembre. Y rápidamente mi cabeza empezó a maquinar un argumento que me llevara a participar en una empresa, a priori, tan atractiva para alguien ávido de escribir. Recurrí entonces a esa vieja carpeta de apuntes para relatos que guardo, y recaí en un argumento que podría convertirse en una novela perfectamente (quizás de los pocos que aparecían en esa colección de notas, ya que la mayoría eran dirigidas a escribir relatos). Aquella anotación tenía como fecha (porque era una de las premisas de mi archivo personal, añadir la fecha incluida la hora en la que se me había ocurrido) del 29 de enero del 1995 a las 17:32. Por aquel entonces yo tenía 19 años. Y casi diez años después es cuando la recuperé. Para aquellos que no creen en guardar las notas antiguas, como podéis ver, a veces sirven de algo. :)

Y fue a partir de ese momento que la novela fue creciendo en mi imaginación. Por aquel entonces mi jornada laboral me permitía poco tiempo, y sólo las noches y los fines de semana podía dedicarme enteramente a la escritura, aunque como ya supondréis no aprovechaba todo ese tiempo. A principios de ese septiembre del 2004 diagnosticaron a mi madre un cáncer. La noticia cayó como una losa sobre mí, pero aun así todos teníamos esperanzas de que lo superara y las noticias que iban llegando eran positivas. Por desgracia en diciembre de ese mismo año nos dejó. Y ese hecho marcó en gran parte el devenir de mi novela. La desgana se apoderó de mí y, aunque en los siguientes noviembres el movimiento NaNoWriMo me empujaba a reemprenderla, sólo estos últimos años y muy esporádicamente he llegado a escribir unas cuantas líneas más para completarla.

El gran problema que me he encontrado en todos esos intentos ha sido precisamente el reemprender. El volver a meterme en los personajes y en su mundo. El volver a estructurar las escenas, y llenar de nuevo mi cabeza con las imágenes visuales de los escenarios y sentimientos que han de aparecer en sus páginas. Además debería añadir como problema a mi "autoeditor" (como os conté en el anterior post) que se ha encargado de revisar una y otra vez lo ya escrito y encontrar pegas una y otra vez, desde comas y palabras a párrafos enteros. El caso es que a fecha de hoy, mi novela en esos tres capítulos completados y uno incipiente tiene un total de 24.316 palabras.

Aunque el número de palabras era la meta del NaNoWriMo que originó todo este "quebradero de cabeza", tuve muy claro desde un principio que no iba a seguir la premisa de "escribe todo lo que puedas, aunque no sea bueno; sólo escribe" que promueve esa iniciativa para conseguir esas 50.000 palabras deseadas. Porque mi "autoeditor", esa figura oscura que vive dentro de mí, no hubiera dejado. Soy demasiado perfeccionista para escribir casi automáticamente y seguir adelante y adelante. No quiero decir que esa sea una forma incorrecta de escribir, es más, quizás es la que tendría que haber seguido para que mi novela hubiera avanzado durante todo este tiempo. Pero lo cierto es que no hubiera quedado satisfecho con el resultado y la experiencia no sería tan positiva como lo fue escribir lo que llevo de novela (aunque debo reconocer que también sufro mucho escribiéndola porque cuesta, pero qué os voy a contar al resto de escritores que no sepáis :) ).

Llegados a este punto y en la actualidad, a pesar tener siempre en mente el argumento e incluso ir añadiendo pequeños retazos, me cuesta horrores dedicarme a ella con la "profesionalidad" que exige. Por poner un ejemplo, en verano preparé un calendario para dedicarle un par de horas de cada tarde a ella, y sin embargo no he escrito en todo ese tiempo ni un párrafo. De ahí que la relación de "quiero y no puedo" que estoy manteniendo con ella no esté dando resultados y entre otras cosas, la creación de este blog es otro intento por dinamizarla. Porque el "autoflajelamiento" que me propina mi "autoeditor" por no escribir me está hundiendo, ya casi a nivel personal, y porque quiero salir de esta mediocridad y crear algo bonito de lo que estar orgulloso. Estoy seguro de que poco a poco, entre todos, encontraremos ayuda y consejos para todos los que estemos en la misma situación. Mucho ánimo a todos...

viernes, 24 de septiembre de 2010

Carta a un joven escritor (por Arturo Pérez-Reverte)

Estos dos textos aparecieron en el suplemento del periódico ABC, XLSemanal, los días 27 de julio y 2 de agosto del 2010. Se trata de una serie de consejos para jóvenes escritores. No soy seguidor de la obra de Arturo Pérez-Reverte, pero creo que son unos apuntes interesantes:

Sobre mí...

Me parecía bastante lógico que, si vais a acompañarme en esta andadura, sepáis algo más de vuestro compañero de viaje antes de poner los pies en tierras inhóspitas. La verdad es que esto de definirse uno mismo resulta algo chocante. No recuerdo exactamente como lo hice en mi anterior experiencia por estos lares, pero también es cierto que aquella persona que lo hizo, allá por Enero del 2002, no es exactamente la misma. Muchas cosas han pasado desde entonces, muchos cambios, trabajos, amigos, ausencias, amores... Y aunque considero que en el fondo sigo siendo aquel chaval de mente inquieta de aquellos tiempos, también sé que he madurado (o más bien, la vida me ha hecho madurar).

Empecé a escribir desde muy pequeño. Y realmente no fue por vocación (aunque con el tiempo me he dado cuenta de que siempre me ha gustado). Simplemente empezó como excusa para poder utilizar la máquina de escribir de mi padre. Una Olivetti Lettera 35 que siempre dormía en el interior de su maletín negro y que aún está guardada en un rincón de mi casa. Para mí era todo un acontecimiento ese momento. Los niños de los 80 no estábamos acostumbrados a cosas tan sofisticadas. Así que me ponía en la mesa de una pequeña habitación del piso que llamábamos "la salita" (y que finalmente acabó siendo mi "despacho" para hacer los deberes del colegio y mi sitio de recreo) y tecleaba y tecleaba (siempre y cuando no fuera muy tarde, ya que el ruido de aquellos -mágicos- artilugios del siglo pasado era capaz de despertar a un regimiento). De aquellas primerizas historias escritas siendo pequeño desgraciadamente no conservo ninguna. Y la verdad es que me hubiera gustado saber si tenían alguna coherencia o eran simplemente retazos inconexos.

Ya siendo algo más crecidito, hacia los 10 años, empecé a escribir guiones para obras de teatro que representábamos en clase y sobretodo, relatos para presentar a concursos que se camuflaban como trabajos de las asignaturas de lengua. Ahí es donde empecé a descubrir mi amor por la creación de historias, y donde empecé a perfilar mi búsqueda incansable de argumentos nuevos. Porque esa es una de mis luchas interiores como escritor (suena grandilocuente cuando lo escribo, yo casi me definiría como "escritorzuelo"). No me gusta (y de hecho no llego a escribir) nada que yo tenga conocimiento de haberse escrito ya. Con eso me refiero a escribir la típica historia de amor o el típico cuento manido. Trato de ser lo más original posible, tanto en el planteamiento como en los personajes. Otra cosa es que me salga mejor o pero ese intento. Pero la intención está siempre ahí, y es una pequeña marca de la casa que no he olvidado en todo este tiempo.

Un empujón muy importante a mi "carrera" (si se le puede llamar así) fue ganar uno de esos concursos literarios que concertó el ayuntamiento de mi ciudad. Por aquel entonces estaba en bachillerato y muchos de mis compañeros por aquel entonces incluso llegaron a insinuarme que debería haber elegido "letras" para continuar con mi carrera de escritor incipiente). La verdad es que personalmente el relato no me gustó. Creo que con anterioridad había escrito alguno mucho mejor. Pero tenía una nota de originalidad que supongo que fue lo que convenció al jurado. Lo mejor fue poder recoger el premio en la sala de plenos del ayuntamiento y posteriormente ir a la librería más importante de la ciudad y gastar mi cheque regalo de 10.000 pesetas en comics y libros de Tintin. Menuda gozada.

Fruto de esa experiencia en el colegio y de la posterior siendo adolescente, fui recopilando ideas para futuros relatos que iba anotando en folios y que guardé en una carpeta que aún conservo (como no). Y con algunas de ellas bajo el brazo y ya en tiempos universitarios (¿quizás debería haber dicho antes que acabé por no hacer caso a mis compañeros y que soy Ingeniero Informático?) empecé a presentar algún relato a premios literarios locales (sobretodo de género fantástico y ciencia ficción). No es que haya enviado muchos, no os creáis. Quizás fueron cinco o seis. Porque otra de las cosas que me persiguen, como un fantasma errante pidiendo explicaciones, es mi auto corrección eterna. Cuando me enfrasco en escribir algo, doy mil vueltas a las frases y quinientas a las palabras de manera que todo encaje perfectamente, como en un puzzle. Estas manías de editor me han convertido en mi propio peor enemigo y, naturalmente, me han convertido en un "escritor" con muchas ideas pero una producción muy pequeña. Porque mis relatos, si no fuera por las fechas de los concursos, nunca estarían acabados y nunca serían perfectos. Siempre le podría sacar alguna puntillita más. Esto mismo es lo que me está pasando con cierta novela de la que pronto os hablaré.

Así que con la aparición de los blogs (un mundo en auge por aquel entonces) y dado que mis relatos parecían no cuajar demasiado, me embarqué en la escritura como auténtica necesidad y abandoné momentáneamente mis relatos y mi afán por convertirme en un buen escritor, para convertirme en una más de estas pequeñas casitas de muñecas que pululan por la red. La verdad es que la experiencia, literariamente, fue positiva, ya que me obligaba a escribir con un ritmo más alto (aunque no lo hacía diariamente) y, aunque no era una producción tan imaginativa, siempre intentaba bañar mis posts de toques fantásticos e imaginativos (cada vez que escribo algo así, mi vergüenza crece por momentos) para no convertirme en el típico blog "hoy he ido a nosédonde y he comido noséqué".

Escribí con bastante regularidad en el blog durante cinco o seis años, hasta que, como todo bloguero, llegué a un punto de saturación y empecé a hacerlo de manera más esporádica. Las típicas excusas de obligaciones y poco tiempo, ya sabéis. El caso es que aunque el blog no ha muerto (y aquí no quiero daros más datos de él para mantener mi anonimato), el ritmo de posts es bastante bajo.

El 2004 fue un año muy movido para mí, marcado por la muerte de mi madre y el momento en que conocí a mi actual pareja. Estos dos hechos han influido mucho en mi "dejadez" con la escritura, aunque no la he abandonado en absoluto, y de hecho, este blog es un intento para que no muera y para ayudar a otras personas en mis mismas circunstancias. Ese mismo año traumático fue el año en que empecé a escribir mi novela. Pero esa es otra historia y merece ser contada en otra ocasión... :)

Por hoy ya ha sido bastante, pero si queréis conocer algún detalle más sobre mí, podéis escribir un mail a escribiendoalgogrande@gmail.com o dejando un mensaje en www.twitter.com/escribiendoag

martes, 21 de septiembre de 2010

I love my mom


La Fender Stratocaster del '74 de Billy Corgan conocida como "I Love My Mom"...

Una breve explicación

Hola. Si habéis llegado hasta aquí y habéis leído con algo de detenimiento el título de este blog, quizás hayáis pensado que estáis frente a un vanidoso empedernido. Alguien que sin ningún escrúpulo es capaz de juzgar estas cuatro letras juntas que estáis leyendo como "algo grande". Pero, aunque creo que todo escritor tiene cierto punto de esa vanidad, lo que pretendo definir con ese título es precisamente el tamaño de la empresa que me ocupa y que quiero compartir con vosotros. Simplemente "algo grande". Muchas letras juntas. Pero MUCHAS. Colocadas todas ellas en unas cuantas páginas en blanco y encoladas, con algún dibujo en la primera de ellas y un par de solapas. Algo que se suele definir comúnmente como una novela...

Lo que pretende este humilde blog que se abre hoy es recoger todo el proceso creativo que me llevará (con un poco de suerte) a tener una novela finalizada. Una novela que lleva en mi cabeza los últimos 6 años, aunque como relato ya existía desde el 95. Exactamente desde las 17:32 del 29-01-1995... Ya os contaré más adelante cómo lo sé con tanta precisión. Soy algo rarito, ya aviso de antemano... :)

Llevo ya un tiempo dando vueltas a esta idea de poner en público cómo es este proceso de escribir. Entre otras cosas, porque es un proceso solitario y sufrido, a través del cual pasas muchas penurias. Y porque no me gusta sentirme solo en él. He llegado a un punto en que necesito compartirlo, enseñar por donde estoy, donde me atasco, qué cosas he encontrado para ayudarme en esta aventura, cuales son mis motivaciones y mis miedos, esperando que todo este material pueda ayudar a alguien más que se encuentre (o se pueda encontrar en un futuro) en este mismo punto. Y porque recibir apoyo desde el otro lado de la pantalla siempre hace ilusión y es enriquecedor.

Pero como os he comentado, hace mucho que le llevaba dando vueltas, y aun así no lo he hecho hasta el día de hoy. ¿Por qué? Porque he tenido que deshacerme de mis otras identidades para empezar de cero. No soy nuevo en este mundo de Internet y los blogs, pero necesitaba volver a serlo. Dejar todo mi pasado y empezar con una hoja en blanco que poder emborronar de nuevo. Y finalmente he dado ese paso y lo he conseguido (o espero haberlo hecho). Así que nadie conoce la existencia de este blog. Ni familiares, ni amigos, ni mi novia, que es la “editora” de lo que llevo escrito de esa dichosa novela que nos ocupa. De esta forma es más fácil que fluya una comunicación directa y que no haya impedimentos para sincerarnos.

Si esperáis que publique la novela en estas líneas, creo que lo hacéis en vano. Como comprenderéis supone ya un gran esfuerzo romper la timidez y abrirme de par en par a vosotros. Abrir las puertas de mi novela supondría demasiado y por el momento no quiero hacerlo, aunque no descarto poner extractos o relatar por donde irán los tiros.

Finalmente, os pido perdón por no ser demasiado brillante en este primer post, pero no he tenido un día demasiado lúcido. Llevo un par de noches con un dolor de cabeza que no me ha dejado dormir bien y después de tanto tiempo de pie no soy persona a estas horas ya... :) Pero prometo volver recargado y con mucha ilusión para seguir este camino juntos. Y por favor, sentíos libres de preguntar, comentar y dar señales de vida de la forma que os parezca más oportuna. Cualquier anotación al margen será siempre bien recibida... :)

Para ello, he habilitado también un twitter en www.twitter.com/escribiendoag donde pondré también información instantánea de cosas que vayan surgiendo o de pensamientos que tengan que ver con este blog y el mundo de la escritura y todo lo que lo rodea.

Así que no me queda más que daros las gracias. Y como todo gran libro empieza con una dedicatoria, ahí va la mía…

“A mi madre, que no pudo leer este libro…”

Muchas gracias y bienvenidos… :)