Quizás lo que todos estaríais esperando es que la creación de este blog hubiera coincidido con los inicios de la escritura de mi novela. Pero debo deciros que he hecho un poco de trampa, porque en realidad mi novela empezó a escribirse en el 2004 y tiene escritos sus tres primeros capítulos. Como veréis no es un ritmo de escritura demasiado acelerado que digamos, sino todo lo contrario. Pero todo tiene una explicación...
A finales del 2004, concretamente en mes de septiembre-octubre, llegó a mi conocimiento el movimiento del NaNoWriMo (National Novel Writing Month). La verdad es que me pareció una iniciativa muy original y un reto inquietante el conseguir completar una novela de un mínimo de 50.000 palabras durante el mes de noviembre. Y rápidamente mi cabeza empezó a maquinar un argumento que me llevara a participar en una empresa, a priori, tan atractiva para alguien ávido de escribir. Recurrí entonces a esa vieja carpeta de apuntes para relatos que guardo, y recaí en un argumento que podría convertirse en una novela perfectamente (quizás de los pocos que aparecían en esa colección de notas, ya que la mayoría eran dirigidas a escribir relatos). Aquella anotación tenía como fecha (porque era una de las premisas de mi archivo personal, añadir la fecha incluida la hora en la que se me había ocurrido) del 29 de enero del 1995 a las 17:32. Por aquel entonces yo tenía 19 años. Y casi diez años después es cuando la recuperé. Para aquellos que no creen en guardar las notas antiguas, como podéis ver, a veces sirven de algo. :)
Y fue a partir de ese momento que la novela fue creciendo en mi imaginación. Por aquel entonces mi jornada laboral me permitía poco tiempo, y sólo las noches y los fines de semana podía dedicarme enteramente a la escritura, aunque como ya supondréis no aprovechaba todo ese tiempo. A principios de ese septiembre del 2004 diagnosticaron a mi madre un cáncer. La noticia cayó como una losa sobre mí, pero aun así todos teníamos esperanzas de que lo superara y las noticias que iban llegando eran positivas. Por desgracia en diciembre de ese mismo año nos dejó. Y ese hecho marcó en gran parte el devenir de mi novela. La desgana se apoderó de mí y, aunque en los siguientes noviembres el movimiento NaNoWriMo me empujaba a reemprenderla, sólo estos últimos años y muy esporádicamente he llegado a escribir unas cuantas líneas más para completarla.
El gran problema que me he encontrado en todos esos intentos ha sido precisamente el reemprender. El volver a meterme en los personajes y en su mundo. El volver a estructurar las escenas, y llenar de nuevo mi cabeza con las imágenes visuales de los escenarios y sentimientos que han de aparecer en sus páginas. Además debería añadir como problema a mi "autoeditor" (como os conté en el anterior post) que se ha encargado de revisar una y otra vez lo ya escrito y encontrar pegas una y otra vez, desde comas y palabras a párrafos enteros. El caso es que a fecha de hoy, mi novela en esos tres capítulos completados y uno incipiente tiene un total de 24.316 palabras.
Aunque el número de palabras era la meta del NaNoWriMo que originó todo este "quebradero de cabeza", tuve muy claro desde un principio que no iba a seguir la premisa de "escribe todo lo que puedas, aunque no sea bueno; sólo escribe" que promueve esa iniciativa para conseguir esas 50.000 palabras deseadas. Porque mi "autoeditor", esa figura oscura que vive dentro de mí, no hubiera dejado. Soy demasiado perfeccionista para escribir casi automáticamente y seguir adelante y adelante. No quiero decir que esa sea una forma incorrecta de escribir, es más, quizás es la que tendría que haber seguido para que mi novela hubiera avanzado durante todo este tiempo. Pero lo cierto es que no hubiera quedado satisfecho con el resultado y la experiencia no sería tan positiva como lo fue escribir lo que llevo de novela (aunque debo reconocer que también sufro mucho escribiéndola porque cuesta, pero qué os voy a contar al resto de escritores que no sepáis :) ).
Llegados a este punto y en la actualidad, a pesar tener siempre en mente el argumento e incluso ir añadiendo pequeños retazos, me cuesta horrores dedicarme a ella con la "profesionalidad" que exige. Por poner un ejemplo, en verano preparé un calendario para dedicarle un par de horas de cada tarde a ella, y sin embargo no he escrito en todo ese tiempo ni un párrafo. De ahí que la relación de "quiero y no puedo" que estoy manteniendo con ella no esté dando resultados y entre otras cosas, la creación de este blog es otro intento por dinamizarla. Porque el "autoflajelamiento" que me propina mi "autoeditor" por no escribir me está hundiendo, ya casi a nivel personal, y porque quiero salir de esta mediocridad y crear algo bonito de lo que estar orgulloso. Estoy seguro de que poco a poco, entre todos, encontraremos ayuda y consejos para todos los que estemos en la misma situación. Mucho ánimo a todos...
Llegados a este punto y en la actualidad, a pesar tener siempre en mente el argumento e incluso ir añadiendo pequeños retazos, me cuesta horrores dedicarme a ella con la "profesionalidad" que exige. Por poner un ejemplo, en verano preparé un calendario para dedicarle un par de horas de cada tarde a ella, y sin embargo no he escrito en todo ese tiempo ni un párrafo. De ahí que la relación de "quiero y no puedo" que estoy manteniendo con ella no esté dando resultados y entre otras cosas, la creación de este blog es otro intento por dinamizarla. Porque el "autoflajelamiento" que me propina mi "autoeditor" por no escribir me está hundiendo, ya casi a nivel personal, y porque quiero salir de esta mediocridad y crear algo bonito de lo que estar orgulloso. Estoy seguro de que poco a poco, entre todos, encontraremos ayuda y consejos para todos los que estemos en la misma situación. Mucho ánimo a todos...
no sabes hasta qué punto te comprendo...
ResponderEliminarBienvenida! Supongo que es un mal común. A ver cómo salimos de ésta... Ante todo, mucho ánimo...
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